Pol Agustí retrata a sus amantes y amigos y las situaciones que se encuentra en el camino. Intima con el sujeto desnudo, explora la piel en todas sus edades y los cuerpos en todas sus contorsiones posibles en búsqueda continua de una nota de humor surrealista.
Su obra documenta una serie de retratos de personas que ha encontrado en viajes a lugares como Kualalumpur, Detroit, Arizona, Tabasco, Sonora, Mallorca e Indonesia buscando la belleza en lo extraño o lo oscuro.